Mientes sobre el uso o tiempo que dedicas a WhatsApp.
Creer que te escriben cuando no es así.
Pierdes horas de sueño o de comida por estar en WhatsApp.
El uso de la app afecta tu trabajo, escuela y relaciones personales.
Tienes crisis de ansiedad cuando te quedas sin batería o pasa un rato sin que puedas revisar tus mensajes.
Sufres negligencias y falta de autocontrol, acompañado de intolerancia.
Descuidas otras áreas de tu vida.
Presentas "abstinencia" cuando no lo usas.
Experimentas ansiedad, depresión, fatiga, alteraciones de concentración y memoria.
Necesitas cada vez mayor dosis para lograr el efecto deseado.
De acuerdo con Erika Villavicencio Ayub, esta situación es cada vez más grave en los jóvenes. Incluso se ve reflejado en un aumento en los accidentes de tráfico, porque la gente está más pendiente de la aplicación que de lo que sucede a su alrededor.
Afortunadamente no todo está perdido. Si la adicción está en una etapa temprana, el problema se puede resolver con terapia cognitivo conductual. En caso de ser más avanzado, este trastorno requiere ayuda profesional.
Para desintoxicarte del WhatsApp te invitamos a realizar un viaje a un lugar nuevo como Morelia y te hospedes en un hotel donde te van a consentir como lo es Casa José María.
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